Transcurrido algo más de un año desde la toma de posesión del nuevo gobierno municipal, desde la Federación de Asociaciones Vecinales y de Consumidores “Antonio Machado”, venimos a este pleno municipal con la intención de hacer un balance de la gestión durante este año, muy resumido dada la escasez de tiempo de que disponemos.
Ciertamente, el equipo de gobierno ha cumplido con algunas de sus promesas electorales, aunque a nuestro juicio no son las más necesarias, ni se han llevado a cabo de la mejor manera posible.
Se han modificado parámetros en materia de movilidad que, si bien estaban incluidos en el programa, van en sentido contrario a la tendencia europea: reducción del espacio exclusivo para el transporte público y la bicicleta, sustitución de carriles bici planificados como viales para la movilidad en bicicleta por sendas ciclables, más orientadas al ocio, ampliación del espacio destinado al vehículo privado, acentuando aún más el desigual reparto del espacio público, con una excesiva prevalencia de éste frente al uso peatonal, estancial y de otros medios de transporte más sostenibles. Como ejemplos, la eliminación de carriles bus en López Gómez y el eje Gloria Fuertes-puente de Poniente, la innecesaria propuesta de ampliación de éste, la eliminación, disfrazada de modificación, del carril bici de Isabel la Católica…Todo justificado por unos atascos que nunca existieron, según datos del propio ayuntamiento.
También se prometió una mayor atención a las personas mayores, con una concejalía propia. En realidad, un totum revolutum donde se mezclan los servicios sociales, la atención a mayores e infancia, a mujeres…En lo que respecta a las personas mayores, se propone un programa de atención a la soledad no deseada, que ningunea, invisibiliza y en algunos aspectos copia el trabajo realizado durante años de forma conjunta por el ayuntamiento y esta federación, a la que además ha dejado sin los exiguos recursos con que la dotaba para apoyar el funcionamiento del proyecto. Pero además se dejan sin personal, y por tanto sin funcionamiento, las cafeterías de los centros de vida activa, que siempre han sido punto de encuentro de las personas mayores de nuestros barrios.
En materia de servicios sociales, cada vez hay menos personal, más precarizado, y por tanto más listas de espera y peor atención, a pesar de la buena voluntad de los y las trabajadoras. No se prevé con tiempo suficiente las licitaciones de contratos y las sustituciones en caso de bajas previsibles (por maternidad, por ejemplo…), generando vacíos en el servicio, como sucedió con el contrato de ayuda a domicilio. Y eso a pesar de que este equipo de gobierno aseguró que iba a centrarse en los social, en las personas.
En materia de inversiones, se despilfarra dinero público en actuaciones innecesarias, como el esperpento de la justificación de la contratación de Plensa para adornar la de nuevo innecesaria ampliación del puente de Poniente, o el acuerdo con la Junta de Castilla y León para una remodelación de la estación de autobuses, cuando lo realmente útil sería instar a la sociedad VAV para que agilice la construcción de la nueva estación, y mientras realizar la obras mínimamente imprescindibles para dignificar la existente. En cambio, se renuncia a la construcción, sin coste para el ayuntamiento, de un centro de acogida para solicitantes de asilo, a la edificación de viviendas para jóvenes previstas en el plan parcial La Florida, se suspende el programa ALVA de alquiler de viviendas, y se congela la adquisición de viviendas para alquiler social. Y las actuaciones que se llevan a cabo, sin orden ni concierto, están consiguiendo, ahora de verdad, “atascar” la ciudad como nunca se había sufrido antes.
Tampoco se ven los resultados del tan publicitado plan de choque contra la suciedad en las calles, que están más sucias que nunca, sobre todo en los barrios, con contenedores que no se recogen en días, basura por el suelo al estar los contenedores llenos, aceras que no se baldean más que el día de fiesta mayor del barrio…
En materia de participación, las asociaciones vecinales aún están esperando no ya tener en sus cuentas corrientes el dinero de las subvenciones, sino al menos saber con qué dinero cuentan para realizar actividades y organizar las fiestas de sus barrios. En otro nivel, nos sorprende la cantidad de Mesas sectoriales organizadas por el Ayuntamiento e integradas por “hombres de negocios” y “expertos”, también mayoritariamente hombres, para mejorar los beneficios de empresas privadas de distintos ámbitos. Mesas y planes “para el pueblo, pero sin el pueblo”. Como ejemplos, el “Plan Reconstruye 2024”, cuya finalidad es, elaborar un programa anual, con todas las obras en las calles y espacios públicos de la ciudad, avisando con antelación suficiente al comercio y hostelería de la zona afectada. No parece que estas obras afecten a vecinos y vecinas, o al menos no parece importar si les afectan o no. Otro ejemplo reciente, la Mesa “Repensar las plazas”, en la que no se ha contado con la representación de la ciudadanía, que seguramente tiene mucho que decir como usuaria final de estos espacios.
Por último, Valladolid, y el movimiento vecinal que representa a una parte de la ciudadanía, NO se merece que desde personas del equipo de gobierno se menosprecie a sus representantes en órganos institucionales, se ponga en duda su trabajo, o que se le deje fuera del debate de cuestiones de interés para los vecinos y vecinas. Por lo tanto, exigimos ser parte de cuantas mesas, consejos o grupos de trabajo se implementen desde la administración local, con capacidad de opinión y decisión, no sólo para recibir información de hechos consumados, y que se convoquen las mesas y consejos de interés para el conjunto de la sociedad, como por ejemplo, la Mesa de la vivienda, o la ampliamente solicitada y aún no constituida “Mesa de la convivencia”.
Quedan tres años de legislatura. Esperamos y deseamos que a partir del diálogo y la colaboración podamos, entidades sociales y administración, conseguir que nuestra ciudad sea cada día un poco más agradable.