la Federación ha intervenido en el pleno del 28 de octubre en el punto sobre la aprobación de la ordenanza que regula la Zona de bajas Emisiones (ZBE). Esta ha sido la intervención:

¿ZONA DE BAJAS EMISIONES, O PASO FRANCO DE VEHÍCULOS?

  Hoy la corporación municipal trae a este pleno la aprobación de una nueva ordenanza que regule la Zona de Bajas Emisiones, junto con la derogación de la aprobada inicialmente.

Una Ordenanza que, después del inmenso trabajo que ha generado, tanto a los técnicos municipales, concejalas y concejales de esta  y la anterior corporación, y organizaciones de la sociedad civil, parece destinada más bien a  solventar las exigencias de las administraciones nacional y europea que a cumplir los objetivos de mejora de la calidad del aire en Valladolid.

Una Ordenanza que, como siempre ha manifestado el equipo de gobierno municipal, cumple  la legalidad, faltaría más que la incumpliera, pero que lejos de quedarse ahí, debería ser útil para mejorar la calidad del aire que respiramos.

Una Ordenanza que, a falta de una normativa que la regule, nace con tantas excepciones, y tan faltas de justificación en ocasiones, que esta Federación la cataloga como un “coladero”  para que cualquier vehículo pueda circular libremente por la Zona de Bajas Emisiones. Más aún, pare que la consigna ha sido “paso franco a los vehículos”.

Algunas de las excepciones van a ser tan difíciles de controlar, que de facto van a suponer la entrada indiscriminada de vehículos en la  minúscula zona delimitada;  unos ejemplos: en el caso de las familias numerosas, será el/los vehículos, a través de la matrícula, los que tengan paso franco? Porque el vehículo puede en ese trayecto estar ocupado por una sola persona…Y qué va a  pasar en los entornos escolares? Unos espacios que deberían estar protegidos del tráfico, y en los que se va a permitir el acceso para quienes llevan al alumnado en vehículo privado, generando congestión por la doble fila habitual y más contaminación en un espacio especialmente sensible, perjudicando a quienes van andando, en bicicleta, o en  transporte público. Además, parece difícil controlar que, una vez el vehículo ha accedido a la ZBE, no pueda desplazarse por ella para otros menesteres.

En general las excepciones, que no ayudan a lograr el objetivo de mejora de la calidad del aire que respiramos, parecen dirigidas a favorecer el uso del vehículo privado, independientemente de que su uso provoque más contaminación, ruido y riesgo en la seguridad  vial.

Por lo tanto, desde la Federación Vecinal Antonio Machado consideramos necesaria una Ordenanza más restrictiva, más eficaz para garantizar la calidad del aire en Valladolid, así como  realizar  una campaña para que la ciudadanía sea consciente de que el vehículo privado no es el medio adecuado para desplazarse en la ciudad.